En
la colina del Capitolio surgía el más importante centro de culto del Estado
Romano, el Templo de la Triada Capitolina: Giove Ottimo Massimo, Giunone Regina
e Minerva.La construcción de este santurio se llevó a cabo durante el VI siglo
a.C por parte de la dinastía delos Taquinios como testimonio evidente de la
voluntad de estos soberanos de trasladar el baricentro político de
la liga italiana.
Por
aquellos tiempos, la colina Capitolina era la sede de algunas de las ceremonias
más importantes: los auspicios antes de la marcha a una campaña militar, las
ceremonias triunfales con un sacrificio augural, etc. En su interior se
guardaban, entre otros, los libros sibilinos (que se consultaban en momentos de
crisis graves) y una ánfora estándar, el amphora capitolina, de modo que
sirviese de patrón de medida.
Escultura
en relieve de Marco Aurelio sacrificando en el cuarto templo.
En la actualidad, apenas se conservan tres ángulos y restos del muro de
cimentación, en bloques de cappellaccio (tufo, zona de Roma) , hasta 19 filas,
de la parte posterior del templo, que pueden contemplarse desde los jardines
del Palazzo dei Conservatori y en el Nuevo Museo Capitolino.
Cimientos del templo interior Museo Capitolino.
Júpiter
Se erigía sobre un podium elevado con
una escalinata de entrada en su frontal. En tres de sus lados tenía pórtico, pero no en la parte trasera. Tenía otras dos filas de pilares dispuestos
en línea con las de la fachada para formar un profundo pronao que precedía las tres cellae que
iban de lado a lado a la manera etrusca, siendo la central, frente a la
escalinata, dedicada a Júpiter, más ancha que las otras dos, con el altar de
Júpiter (ara Iovis). La de la izquierda estaba dedicada a Minerva y la
de la derecha, a Juno.
Los restos conservados de los cimientos y el podium, la mayor
parte de los cuales quedan debajo del Palazzo Caffarelli, están
formados (opus quadratum) por
enormes secciones paralelas de muros hechos de bloques cuadrados de tosca gris
(cappellaccio) que dejan constancia del tamaño total de la zona
superficial de la base del templo (unos 53×62 m).
Sobre el
tejado, haciendo de acrótera, había una cuadriga de terracota pintada,
hecha por el artista etrusco Vulca de Veyes en el siglo VI a. C., encargada por
Tarquinio el Soberbio, que fue reemplazada en el 296 a. C. por
una de bronce, a expensas de los ediles romanos de ese año, los
hermanos Ogulnios, quienes también rehicieron la loba capitolina en
bronce para el Lupercal..
El templo
fue reconstruido en mármol por Sila, después de que un incendio lo destruyese por
completo en el 83 a. C., cuando la imagen de culto se perdió,
así como los Libros Sibilinos guardados en un cofre de piedra. Sufrió
otro incendio en el 69 d. C., cuando el Capitolio fue asaltado
por los partidarios de Vitelio.
La
estatua de culto principal que fue destruida por el fuego, fue sustituida en
el 65 a. C., por una estatua crisoelefantina,
obra de Apolonio de Atenas, que se piensa estuvo inspirada en el Zeus de Olimpia,
y también probable autor del conocido Torso Belvedere, firmado como
«Apolonio hijo de Néstor». Es muy probable que de esta estatua se hicieran
varias réplicas que se enviaban a los municipios de las ciudades italianas
colonizados por Roma. En este caso, la mejor copia sería la del Júpiter de Otricoli, ahora
en los Museos Vaticanos.
Como
consecuencia de otros incendios, fue vuelto a reconstruir en el 26 a. C. por Augusto y
en el año 75 por Vespasiano. Y después del incendio en el
año 80, en el 83, Domiciano lo revistió completamente en mármol,
probablemente utilizando las columnas del templo de Zeus Olímpico de Atenas,
que le salvará de incendios posteriores.
Su
demolición empezó en el siglo V, cuando Estilicón se
llevó las puertas doradas y Narsés retiró muchas de las estatuas en
el 571.
En
monedas y relieves históricos de la era imperial, el templo es
representado como tetrástilo.
Bibliografía:
- "Roma" Filippo Coarelli.
- "Ate e Archeologia del Mondo Romano" Mario orelli, MauroMenichetti, Gian Luca Grassigli.
- Imágenes de Internet Wikipedia.
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